El antiguo ancestro que iluminó al pensador:
yace muerto, olvidado.
Su luz brilló y se apagó
y su discípulo se apropió de su luminiscencia.
Marcas imperceptibles, que sólo se ven si las buscas;
te terminas preguntando si son realmente reales o realmente imaginarias.
No me dejes ver aquello que no busco,
hombre de luz reveladora.
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