25.7.14

Enterrado en el podridero, despierto del letargo del no-sueño, mirando al techo que es suelo, porque yazgo inerte de frente pegada al piso.
Las calcetas pegoteadas, el calzoncillo manchado, las piernas desnudas, cortes en la piel del cuerpo cansado de hombre de media jornada larga
El palpitar en las sienes, los dedos que tiritan solos, los oídos que se resienten con la voz del desagrado
Y una guitarra desafinada colgando del balcón, aguantando el peso del medio-hombre, que rasguea para mantenerse a flote; un punteo para morir en paz.
seamos profundos, escupamos a la cara a quienes han hecho más que nosotros, sólo por una rebeldía pasajera. Cabros chicos oigo decir, a una viejecilla en la esquina, que sin dientes murmura "¿dónde quedó, dónde quedó mi niño, el que ofrecía cafés a un tal platón?" y triste pienso, que hay gente que sólo es multitud
como el ser que siendo, muere
como la alondra, que en vuelo se desvanece
como el barco atascado en la mar
como el ceño fruncido en tu faz
como yo escribiendo frente a la pantalla iluminada
huelo el vómito en mis zapatos,
siento las arrugas de tu piel,
veo el horizonte naufragar,
oigo las sirenas aullar
me muero me muero me muero me muero me muero;
siento piel contra piel,
es vacío,
es tristeza, la soledad del individuo,
yo contra yo en miserias de libertadmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
y el fin de la pregunta

13.6.14

Día libre, día de promesas, día de actividades, día de relajo, día en el que te llama la jefa para avisarte que una compañera está enferma y que debes cubrirla. Chao día libre. Chao cervezas. Chao planes. Chao nenas en bikini. Chao todo. Lavo la ropa, doblo la ropa, guardo la ropa, me pongo la ropa, voy a la pega, se me moja la ropa, llego a la pega, me cambio de ropa. Un tanto emputecido por la obligación de gastar mi hermoso tiempo de improductividad en hacer algo provechoso y productivo, me pongo a trabajar no para hoy, sino para mañana, cortando, limpiando, y picando pimentones, tomates y cebollas a granel, kilos kilos y más kilos de verduras bajo la implacable furia de mi cuchillo de mantequilla, con el más brutal soundtrack compuesto por Sandro, The Kooks, y Nujabes. Brutal. Es en esto cuando siento una gran presencia a mis espaldas; un instinto que me llama a voltearme me hace quedar de cara a un milagro, la congregación de todos mis compañeros de trabajo, mirando asombrados una bolsa de papel que uno de ellos sostenía con pleitesía: una bolsa de KFFC, Kentucky Fucking-Fried Chicken. Me acerco, raudo a la vez que cauteloso, para ver maravilla de maravillas a mis pies, no una, ni dos, sino cinco bolsas del Kentuchy "¿qué hueá es esto? ¿qué está pasando?" escucho a alguien decir; tal vez fuera yo. "Un cambiazo" retruca alguien. Iluminados, entendemos todos la situación: un buen amigo de otra cadena alimenticia, harto de comer lo mismo todos los días, nos trucaba pollito crispy por pizzas. Aceptando todos, de forma tácita no decir nada de esto a superiores, procedemos a atacar la novedosa merienda. Cerdos. Fuimos unos cerdos, y se queda corta la descripción con eso. Tan sólo imagínense esto: siete hombres comiendo pollo con las manos desnudas, con el crispy cayéndose a pedazos de entre sus dientes, tomando papas fritas, flácidas y frías, a puñados, mientras se las introducen en cámara lenta en sus bocas, aún masticando el pollo, que acompañado de puré en un envase comido con los dedos, se desliza por sus barbillas. Grotesco, como la naturaleza misma del hombre en una imagen. "Hueón, no tengo hambre, estoy comiendo porque está muy buena esta hueá", valiosos segundos en los que mientras hablaba uno, el resto tragaba como condenados. Un par de segundos y las bolsas vacías. Una mirada al suelo. Papas en el suelo. Papas en la silla. Papas en los zapatos. Papas en las mochilas. Papas en la ropa. Papas debajo de la mesa. Papas cayendo en slow motion. Papas, papas, papas. Papas que continuaron en el suelo por tres horas, como evidencia, porque nadie tomaría una escoba hasta que ya todo el mundo su hubiese ido y quedase eso como lo último por hacer. Cada uno haciéndose el hueón, va a realizar sus labores, que claramente no consistían en limpiar el magnicidio tubercular-gallináceo ocurrido junto a los baños. Tomo un tomate, lo lavo, le saco la parte dura, lo corto en rodajas, lo pongo en una malla que lo corta en cuadros. Cueeejk, suena. Una linda chica se me acerca, pregunta por la esponja, y le doy por respuesta una conversa. Estudiante de filosofía, conocida de una conocida de un conocido, y que conocía nuestra revista; haciendo tesis pero sin saber de qué la está haciendo, como me figuro que se hacen las tesis en filosofía desde que entré a la carrera. Bella piel morena y cuello anguloso, una mujer de las que se amarían con pasión, en cuanto los ojos se encontrasen en un rincón obscuro. Se va, y me deja con un agradable sabor en la boca. Es el pollo. Me encanta el pollo crispy.

20.5.14

La pobreza misma

-¿Hay algo más pobre que comer pan con mayo?- dijo riéndose, mientras yo asentía y escondía mi pan con salsa de soya.

31.3.14

Amor

"¿Amor? ¿Qué es eso?
La cura del dolor mas natural que existe.
Amor.
..."


Amor, sin muerte, no es una constatación de vida, sino una burla para nosotros, los efímeros, los mortales.

25.3.14

Por deuda o amor

Llévame entonces, arrástrame, cárgame, tómame, acurrúcame,
en tu seno, entre tus pechos, en tu mirada, en tus brazos, en tus piernas, en tu mente,
pero no me olvides, no me dejes, no me abandones, no me arrojes, no me desprecies... no me olvides...
y yo te querré, y yo seré tuyo, y yo estaré contigo, y yo nunca me separaré de ti,
ya sea por deuda o por amor.
de qué sabor son tus pasos, mujer,
me pregunto cuando veo el viento arremolinarse,
en la orilla de un acantilado,
sólo siento la tibieza en la nariz y los párpados,
que cerrados ven más que abiertos,
y la lengua, que se hace consciente de si misma,
de su abrazo contra los dientes,
del sabor de la saliva,
del ruido de los perros,
y la estática de los refrigeradores vacíos.

¿De qué color?

Demasiado triste para dormir, me pregunto, de qué color es la melancolía,

22.2.14

Grandes estupideces dichas con convicción

Una de las estupideces más grandes que escuché decir cuando pequeño -además de que Hitler era ruso (gracias Rivera)- fue que el de alguna clase de teoría conspirativa según la cual el idioma alemán era una especie de mezcla de inglés y ruso, que habían compuesto los EE.UU. y la URSS para dominar Europa (tenía como 10 años, no sé cómo me acuerdo de esta mierda).