3.9.12

Carrito de supermercado

Y perdí. No una, sino dos veces. Era lo más justo, pero aún así yo perdí dos veces. Pero mis amigos... mis amigos, se fueron al chancho los culiaos. La primera vez que perdí, igual piola, contra un muro, pero la segunda... en serio se excedieron. ¡Me tiraron cuesta abajo! y yo en el carrito de supermercado.

Todo iba tan pero tan lento, escuchaba al Lastra y al Araya detrás mío y cada vez más lejos, más lejos, más lejos. 'Va a chocar' gritó uno, pero yo estaba en medio de una elucubración filosófica: ¿Y si no soy yo el que se mueve sino que todo el universo se mueve a mi alrededor? eso significaria que el poste iba directo hacia mi y no yo contra él.
Las cosas en slow motion. Yo recuerdo como veía esos topes al final de la bajada, de esos para que no se lleven los carros de super y yo pensaba 'voy a pasar por al medio' (por al medio de los topes que son precisamente pa' no sacar los carros, cacha la volaita) y en serio que lo pensaba, si iba derecho hacia el medio. Dos metros antes de la hazaña el carrito viró a la derecha contra un poste de luz.
Todavía cojeo, la dura. El carrito se partió en la mitad, hecho mierda; al poste se le voló un pedazo y mis amigos... cagados de la risa! menos mal que entre volás filosóficas me dí cuenta que si no ponía los pies como tope iba a salir cagando fuera del carro. Me hice cagar la pierna izquierda. Que simbólico, el carro dobló 'a la derecha' y cagó 'la izquierda'. Curioso.

No sé que tantas neuronas perdí con el choque, pero debieron ser varias porque me volví a echar al cachipún. Tiramos al otro contra un árbol. Directo a youtube, dulce vendetta.


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