Ella moría de pena, su amor la había abandonado.
Entre sábanas revueltas, mil lágrimas había derramado.
La desolación era inmensa, tenía el corazón destrozado.
La gente pasa, el viento sopla y su amor la ha dejado.
Del amor a la tristeza,
De la tristeza al llanto,
Del llanto al odio
Y del odio surgió un canto.
Está más sola que nunca e intenta refugiarse,
En el banco de una plaza, su vida empieza a consumirse
Y entre llantos y sollozos empieza a cantar:
“ya nada será igual, el amor ha muerto, ya nada puede ir mal”
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