Tu sabor antes dulce ahora me sabe a bilis.
Perra quisiera gritarte, mas eso tal vez sería injusto.
Como si teniendo la misma oportunidad yo no hubiese hecho lo mismo.
Y debo reconocer que mi ego dañado es el que me hace sentir así.
El ego del que no tuvo la oportunidad,
el ego herido del que se disculpó sin ser culpable.
Eso y la piedra en el estómago.
Ojalá fuera sólo hambre.
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