19.1.13

Vida&Muerte

A veces, cuando estoy enojado y odio todo, no puedo evitar el empezar a reírme de la muerte. Tal vez sea el momento en el que estoy más vivo, pues es cuando más consciente soy de la muerte. De la muerte de otros. Sacio mi apetito de morbosidad apreciando cada centímetro de un cuerpo destrozado y mutilado: ya no es una persona, sólo un cuerpo, sólo lo que quedó atrás cuando las luces se apagaron. Se baja el telón, se despiden los actores. Se acabó el espectáculo, pero para nosotros, los vivos, el show debe continuar, y la muerte y el odio son parte de ese show, el macabro show de la vida, donde el sinsentido de la existencia nos atormenta hasta la locura... Se aprende de muerte viendo a la muerte y se aprende de odio cuando odiamos pero logramos mantener nuestro centro, así resistimos. Pero entre la vida y la muerte, el amor y el odio, las formas de conocimiento no difieren... tal vez estamos equivocados, tal vez nunca fueron contrarios y siempre fueron lo mismo. ¿Cómo puede ser que ame la vida en cada aspecto de su encarnación, cuando a la vez soy capaz de apreciar el efecto de la muerte sobre ella?

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